jueves, 17 de mayo de 2018

¿PLaNeTa o PLáSTiCo?…



La última portada de la revista “National Geographic”, correspondiente al número de junio en Estados Unidos, es de las q permanecen en la retina (y en la mente) durante mucho tiempo. Con el sencillo titular Planet or plastic (¿Planeta o plástico?), la publicación muestra una creación del artista mexicano Jorge Gamboa q fusiona un iceberg con una bolsa de plástico

Gamboa ya había presentado la imagen a la Bienal del Póster de Bolivia en 2017, donde obtuvo el primer premio en la categoría de Política y sociedad

"Ocho millones de toneladas de plástico acaban en el océano cada año. Y eso es sólo la punta del iceberg", se puede leer en el subtítulo. La portada ha tenido una gran acogida en Estados Unidos y también en España, donde muchos tuiteros están compartiendo sus alabanzas

Creo q es el momento de recapacitar unos minutos sobre este tema tan triste y tan grave... Somos la peor especie del planeta Tierra

FeLiCiDaDeS CoLCHoNeRoS…



En las todas las grandes noches del Atlético, sus genios se han negado a quedarse dentro de su lámpara. Ocurrió en Hamburgo con Forlán, hace ocho años. Se repitió en Bucarest con Falcao, seis atrás. Y este miércoles, cuando la intensa bruma de las bengalas marsellesas se disipó, sucedió lo mismo en Lyon. Desde la nada, xq el Atlético pasó inadvertido durante un buen rato, se asomó Griezmann a su final. Quién sabe si la última como rojiblanco

Apareció de repente para poner las dos manos encima a esa copa q pasaba tan cerca de su puerta. Xq aunque las finales se ganan con el corazón, siempre es mejor tener un genio de tu lado. Y así, de la mano del francés, fue como los rojiblancos volvieron a levantar un título cuatro años después. Aunque no entraba en sus planes, nunca está bien despreciar una copa. Y menos si es de este tamaño

Xq al Atlético le pueden fallar muchas cosas, pero el instinto no tiene x costumbre hacerlo y x eso se lanzó Diego Costa a morder a Mandanda. Y x eso estaba ahí Gabi para convertir en asistencia la indecisión de Anguissa. Y, x eso también, irrumpió Griezmann para enmudecer a sus ruidosos compatriotas. Para engañar a todos menos a su cabeza y a su corazón. Con ellos también empujó el q fue su primer gol en una final

Xq hasta ese fogonazo, transcurrieron 20 minutos incómodos y algo angustiosos para el Atlético. El novato en estas noches parecía él. Le costó saber q era lo q había ido a hacer a Lyon. Como si no se lo hubiera recordado veces el ausente Simeone. Pero fue el Marsella el q empezó metiendo miedo. Las constantes imprecisiones rojiblancas eran gasolina para el motor marsellés, q fue carburando a tope con ese desconcertante arranque de su rival. Fue un pequeño baile de bienvenida q poco a poco se fue diluyendo

Un problema menos para el Atlético q, sin embargo, tampoco se volvió loco x sacar pecho. Simplemente se dedicó a contener al valiente Marsella y poner la calma con la q le gusta vivir a este equipo. Los errores de muchos de sus adversarios son los q le habían llevado hasta la final de la Europa League y tenía pensado seguir alimentándose de ellos. Una simple fórmula pero q sólo el Atlético logra interpretar como ningún otro

Y cuando aún se estaba ajustando las botas, cuando la lluvia empezó a bañar con ganas el tapete francés, volvió a deslumbrar a todos un relámpago. Una luz cegadora llamada Griezmann. El Atlético se subió a la espalda del Marsella cuando Mandanda trataba de alejar un balón de su área. Y allí volvió a ocurrir lo mismo. Entre el fallo del rival y tres toques maestros entre Saúl, Koke y el francés, todo el estadio tuvo q postrarse. Griezmann ni se inmutó. Se quedó mirando a los ojos del meta rival y como si estuviera jugando en una calle de su Macon natal, dibujó un dulce y delicioso toque empapado de veneno. Era la certeza de q la Europa League volvería a viajar a Madrid x tercera vez en ocho años. Y la certeza, también, de q el Atlético pertenece desde hace tiempo a otro estrato social

Seguro q Luis sonrió desde arriba cuando vio marcar a Gabi. Y cuando vio salir a su niño, a Fernando Torres, q al fin tiene su trofeo, en el epílogo. Lyon ya no es una ciudad maldita. Es un nuevo Edén