Parecía q no iba a llegar nunca y ya
pasó, el mini reencuentro “Seftario” en Cuenca, jajaja. ¡Q bien lo pasamos! Fue
como volver a vivir aquellos días de hace casi 8 años, en los q no parábamos de
visitar sitios… Fíjate si lo echaba de menos q vuelvo a tener las piernas
cansadas y los talones doloridos de caminar x Cuenca…
Pero para resumir el pedazo de fin de
semana, iremos x partes, como siempre…
Salimos de León los 3 del norte
(Lauris, Puri y yo) y emprendimos el viaje con una puntualidad q ni los
ingleses, jajaja. El camino, esta vez en Copito, no en el añorado y querido
Forfi, pero eso sí, hay una cosa q no cambia, los temazos q siempre llevo en el
coche… Rafael, Spice Girls, Dos salidas de emergencia… Puri se lo pasó pipa,
Lauris solo quería llegar cuanto antes, pero como iba a 114km/h, se tuvo q
aguantar, jajaja
Durante el viaje me salió el testigo
de la presión de la rueda delantera deracha… La guasa estaba perdida, xq
ninguno de los tres teníamos idea de cómo coj*** se hacía, x lo q después de
pasa la M-30 y llegar a Arganda, paramos en una gasolinera para comprobarlo.
Lauris, como buena bióloga-ganadera-mecánica-cuántica q es, volvió a explicarme
como se hacía, mientras le daba al botoncillo de (+). Conseguimos ponerle la
presión adecuada a Copito, echamos unos “meos” y partimos de nuevo hacía la
provincia interminable…
Menudo camino q tuvimos de lluvia,
relámpagos y truenos… ¡Pero a dónde íbamos! No parábamos de repetir q menudo
fin de semana nos esperaba con la lluvia… Pero eso al final resultó no
importar, xq ni las peores inclemencias climatológicas podían frenarnos
Los primeros en llegar a Cuenca fueron
Jorge y su novia, Laura. Pudimos conocer la casa “El rincón del violinista”, el
lugar donde nos íbamos a hospedar durante el finde, y esperábamos x Antonio y Raulito,
q llegarían más tarde. Mientras llegaban pudimos abrazarnos y charlar un rato,
ya q hacía muchos años q no nos veíamos. Salimos a buscar a Antonio, q llegó a
escasos 45 minutos después de llegar nosotros a la ciudad y también pudimos
recibirle con un fuerte abrazo (y con una envidia de caballo, ya q a todos nos
gustaba la mini maleta con la q vino, jejeje, de los Minions). Faltaba el
gatito Raulito y sonó el teléfono…
Raulito se quedó tirado en la autovía,
concretamente en Almansa, provincia de Albacete, donde el coche de su madre le
abandonó… Salir de Elche para volver a las escasas 3 horas, no tiene precio
(bueno si, unos cuantos euros q pagó el seguro de Raulito al taxista) pero ser
recibido x su gata “La Tuerti”, no se paga con dinero. Lamentablemente no pudo
unirse con nosotros ese día (le esperábamos para los postres) así q nos
dispusimos a cenar. Después de eso hicimos una de las cosas q más le gustaban a
Antonio, jugar a juegos frikis, jajaja. El elegido mientras nos tomábamos unas
cervezas, fue el “Ugha Bungha” ¡HA! Pero lo pasamos bien, nos reímos un buen
rato, q de eso se trataba, jajaja
Nos dieron las tantas de la madrugada y
decidimos acostarnos, ya q mañana sería un largo día de visita x la preciosa
ciudad de Cuenca