José Luis Uribarri
siempre se adelantaba. “Los doce puntos de Noruega van a ser para Suecia”,
decía con voz rotunda a modo de vaticinio durante cualquier retransmisión del
festival de Eurovisión. El presentador, q narró para TVE el famoso concurso de
la música hasta en diecinueve ocasiones, se hizo célebre gracias a su audacia
para predecir los puntos q los distintos países se otorgaban durante la fase de
votaciones del certamen. Pero detrás de sus vaticinios, había truco
Las
acusaciones de injerencia política y fraude han lastrado la credibilidad y la
imagen de Eurovisión. Un eterno estigma al q el festival hace frente con
continuos cambios en el sistema de votación pero q sigue desacreditando a un
formato sexagenario q busca la mayor limpieza en sus votaciones. La
entrada de sistema mixto de televoto y jurado en 2009 palió, de alguna manera,
las evidentes tendencias q los votos de los espectadores generaban. Sin
embargo, y tal como demuestran los datos, el sistema de bloques y las “sinergias”
tradicionales se mantienen pese a todos los instrumentos reparadores
introducidos a lo largo de los últimos años
En
Eurovisión, hay cuatro grandes bloques según el origen o destino de los
votos de los distintos países: el soviético, q integra a Rusia y los
países exsoviéticos; exyugoslavos, con los países q formaron la extinta Yugoslavia;
escandinavos, integrada x los países nórdicos; y bálticos, con Letonia,
Lituania y Estonia. La “vieja Europa”, integrada x los países históricos del
continente, apenas se ayuda entre sí en comparación con el resto de bloques, lo
q podría demostrar su posición natural de desventaja con respecto a los demás
Los países
exyugoslavos son los q más se benefician entre sí. Su media de puntos en las
finales del concurso es de 8,92 sobre doce, más de tres puntos de diferencia
con respecto a cualquier otro bloque. Especialmente, Serbia es el país más
beneficiado x sus vecinos. Montenegro siempre le da sus doce puntos cuando
está a la final, Bosnia no le da nunca menos de diez y Croacia no menos de
ocho. Macedonia también otorga una media de nueve puntos sobre doce a los
serbios, aunque su absoluta predilección es Albania, a quien siempre le ha dado
el “doce” cuando ha llegado a la final con la excepción de 2009. Eslovenia
también es generosa con Serbia, a la q ha otorgado una media de diez puntos.
Los serbios, x su parte, también reparten mucho amor entre sus vecinos: otorga
10,17 puntos de media a Bosnia, 11 a Macedonia y el año pasado le dio el doce a
Montenegro en su primera oportunidad tras la escisión de 2006
Los países
bálticos también muestran un claro apoyo entre sí, aunque Lituania es
notablemente la q menos puntos recibe en el intercambio de favores. Los tres
países, eso sí, otorgan buenas medias a los países escandinavos y
evidencian una simpatía muy especial con Rusia. Estonia mima a países
escandinavos como Finlandia (7,13) o Suecia (6,47), aunque su país predilecto
es Rusia, con una media de 8,94 puntos. Con respecto a sus vecinos más
próximos, apoya mucho a Letonia (7,30), pero muy poco a Lituania (1,89). Algo q
no parece molestar a los lituanos, xq Estonia recibe x parte de ellos una media
de 7,17 puntos. No supera, eso sí, el registro de Letonia: nueve puntos de
media. Los letones, x su parte, también quieren mucho a sus vecino (7,67 a
Estonia y 6,13 a Lituania), aunque su favoritismo x Rusia también es patente
con una media de 8,60 puntos
Rusia es el
candidato de Eurovisión q más se beneficia del poder vecinal. Los datos hablan
x sí solos: en los primeros cuatro años de participación, Armenia siempre dio
el “12” a los rusos y su nota más baja hasta la fecha es un siete en 2013.
Bielorrusia le ha concedido la máxima puntuación en nueve de las doce
oportunidades q ha tenido. Moldavia, Azerbaiyán y Georgia no suelen ser tan
generosos, pero prácticamente nunca han dejado a la canción rusa fuera de sus
favoritos. A día de hoy, Ucrania es el único país de su órbita q le ha
dejado de ser leal en Eurovisión tras el enfrentamiento bélico x la península
de Crimea: acostumbrados a sus ocho, diez o doce puntos a los rusos, en los dos
últimos años no ha pasado de los cuatro
En total, la
media de puntos q se reparten entre sí es de 6,50; el segundo dato más alto
después de los exyugoslavos. Eso sí, la confrontación política también pasa
factura entre ellos. Al ejemplo de Rusia y Ucrania también hay q sumar el de
Azerbaiyán y Armenia, en eterna disputa x el dominio del enclave del Alto
Karabaj. Los armenios sólo se acordaron de sus vecinos en 2009, cuando les
concedió un punto. Los azeríes, nunca
Los países escandinavos
también funcionan como un fuerte bloque. De hecho, cuatro de los últimos siete
triunfadores del festival proceden de tierras nórdicas. Suecia es el país
q más se beneficia de sus vecinos: Dinamarca le ha concedido tres de sus
últimos cuatro “12”, Noruega le mantiene una media de 8,46 y Finlandia, 7,92.
Islandia le da 6,36 puntos, aunque ellos se inclinan x dar más favoritismo a
Dinamarca (9,73)
Finlandia es,
del bloque escandinavo, el más desligado. Exceptuando Suecia, ningún otro país
vecino recibe x su parte más de seis puntos de media y su preferencia es un
vecino, pero de otro bloque: Estonia (9,17)
El bloque de
países históricos, o la “vieja Europa”, no trabaja con la misma coordinación q
el resto. De hecho, no existe en el festival un bloque q integre a los
países clásicos del concurso puesto q sus puntuaciones son mucho más libres. La
media de votos q se dan entre sí es de 2,50; prácticamente cuatro puntos menos
q cualquier otro de los bloques ya analizados
Salvo ciertas
“sinergias” como la resultante entre Bélgica y Países Bajos, el resto de altas
coincidencias son meramente anecdóticas. Un ejemplo sería el de España con
respecto a Portugal, donde la media es de apenas seis puntos. Salen mejor parados,
sin embargo, países q cuentan con una alta emigración en estos países, como
muestran los ejemplos de Turquía (10,25 puntos desde Francia o 9,25 desde
Alemania) o Rumanía (8,07 de media desde España)
Veremos este
año q es lo q ocurre, pero será muy del estilo, jejeje