jueves, 12 de mayo de 2016

Te Lo DiJe…


José Luis Uribarri siempre se adelantaba. “Los doce puntos de Noruega van a ser para Suecia”, decía con voz rotunda a modo de vaticinio durante cualquier retransmisión del festival de Eurovisión. El presentador, q narró para TVE el famoso concurso de la música hasta en diecinueve ocasiones, se hizo célebre gracias a su audacia para predecir los puntos q los distintos países se otorgaban durante la fase de votaciones del certamen. Pero detrás de sus vaticinios, había truco

Las acusaciones de injerencia política y fraude han lastrado la credibilidad y la imagen de Eurovisión. Un eterno estigma al q el festival hace frente con continuos cambios en el sistema de votación pero q sigue desacreditando a un formato sexagenario q busca la mayor limpieza en sus votaciones. La entrada de sistema mixto de televoto y jurado en 2009 palió, de alguna manera, las evidentes tendencias q los votos de los espectadores generaban. Sin embargo, y tal como demuestran los datos, el sistema de bloques y las “sinergias” tradicionales se mantienen pese a todos los instrumentos reparadores introducidos a lo largo de los últimos años

En Eurovisión, hay cuatro grandes bloques según el origen o destino de los votos de los distintos países: el soviético, q integra a Rusia y los países exsoviéticos; exyugoslavos, con los países q formaron la extinta Yugoslavia; escandinavos, integrada x los países nórdicos; y bálticos, con Letonia, Lituania y Estonia. La “vieja Europa”, integrada x los países históricos del continente, apenas se ayuda entre sí en comparación con el resto de bloques, lo q podría demostrar su posición natural de desventaja con respecto a los demás

Los países exyugoslavos son los q más se benefician entre sí. Su media de puntos en las finales del concurso es de 8,92 sobre doce, más de tres puntos de diferencia con respecto a cualquier otro bloque. Especialmente, Serbia es el país más beneficiado x sus vecinos. Montenegro siempre le da sus doce puntos cuando está a la final, Bosnia no le da nunca menos de diez y Croacia no menos de ocho. Macedonia también otorga una media de nueve puntos sobre doce a los serbios, aunque su absoluta predilección es Albania, a quien siempre le ha dado el “doce” cuando ha llegado a la final con la excepción de 2009. Eslovenia también es generosa con Serbia, a la q ha otorgado una media de diez puntos. Los serbios, x su parte, también reparten mucho amor entre sus vecinos: otorga 10,17 puntos de media a Bosnia, 11 a Macedonia y el año pasado le dio el doce a Montenegro en su primera oportunidad tras la escisión de 2006

Los países bálticos también muestran un claro apoyo entre sí, aunque Lituania es notablemente la q menos puntos recibe en el intercambio de favores. Los tres países, eso sí, otorgan buenas medias a los países escandinavos y evidencian una simpatía muy especial con Rusia. Estonia mima a países escandinavos como Finlandia (7,13) o Suecia (6,47), aunque su país predilecto es Rusia, con una media de 8,94 puntos. Con respecto a sus vecinos más próximos, apoya mucho a Letonia (7,30), pero muy poco a Lituania (1,89). Algo q no parece molestar a los lituanos, xq Estonia recibe x parte de ellos una media de 7,17 puntos. No supera, eso sí, el registro de Letonia: nueve puntos de media. Los letones, x su parte, también quieren mucho a sus vecino (7,67 a Estonia y 6,13 a Lituania), aunque su favoritismo x Rusia también es patente con una media de 8,60 puntos

Rusia es el candidato de Eurovisión q más se beneficia del poder vecinal. Los datos hablan x sí solos: en los primeros cuatro años de participación, Armenia siempre dio el “12” a los rusos y su nota más baja hasta la fecha es un siete en 2013. Bielorrusia le ha concedido la máxima puntuación en nueve de las doce oportunidades q ha tenido. Moldavia, Azerbaiyán y Georgia no suelen ser tan generosos, pero prácticamente nunca han dejado a la canción rusa fuera de sus favoritos. A día de hoy, Ucrania es el único país de su órbita q le ha dejado de ser leal en Eurovisión tras el enfrentamiento bélico x la península de Crimea: acostumbrados a sus ocho, diez o doce puntos a los rusos, en los dos últimos años no ha pasado de los cuatro

En total, la media de puntos q se reparten entre sí es de 6,50; el segundo dato más alto después de los exyugoslavos. Eso sí, la confrontación política también pasa factura entre ellos. Al ejemplo de Rusia y Ucrania también hay q sumar el de Azerbaiyán y Armenia, en eterna disputa x el dominio del enclave del Alto Karabaj. Los armenios sólo se acordaron de sus vecinos en 2009, cuando les concedió un punto. Los azeríes, nunca

Los países escandinavos también funcionan como un fuerte bloque. De hecho, cuatro de los últimos siete triunfadores del festival proceden de tierras nórdicas. Suecia es el país q más se beneficia de sus vecinos: Dinamarca le ha concedido tres de sus últimos cuatro “12”, Noruega le mantiene una media de 8,46 y Finlandia, 7,92. Islandia le da 6,36 puntos, aunque ellos se inclinan x dar más favoritismo a Dinamarca (9,73)

Finlandia es, del bloque escandinavo, el más desligado. Exceptuando Suecia, ningún otro país vecino recibe x su parte más de seis puntos de media y su preferencia es un vecino, pero de otro bloque: Estonia (9,17)

El bloque de países históricos, o la “vieja Europa”, no trabaja con la misma coordinación q el resto. De hecho, no existe en el festival un bloque q integre a los países clásicos del concurso puesto q sus puntuaciones son mucho más libres. La media de votos q se dan entre sí es de 2,50; prácticamente cuatro puntos menos q cualquier otro de los bloques ya analizados

Salvo ciertas “sinergias” como la resultante entre Bélgica y Países Bajos, el resto de altas coincidencias son meramente anecdóticas. Un ejemplo sería el de España con respecto a Portugal, donde la media es de apenas seis puntos. Salen mejor parados, sin embargo, países q cuentan con una alta emigración en estos países, como muestran los ejemplos de Turquía (10,25 puntos desde Francia o 9,25 desde Alemania) o Rumanía (8,07 de media desde España)


Veremos este año q es lo q ocurre, pero será muy del estilo, jejeje