No
solo practicando sexo en pareja, masturbándose e incluso haciendo
ejercicio, se puede alcanzar un orgasmo. A veces, y de manera
involuntaria, podemos encontrarnos q algo q nada tiene q ver con la sexualidad
pueda provocarnos un placentero estado, x ejemplo un bostezo. Para ello
existe el término “yawngasm” acuñado x los anglosajones y q hace
referencia al placentero y orgásmico momento de bostezar
Y
es q son muchos los expertos q apuntan q bostezar es uno de los mayores
placeres fisiológicos q existen y q cualquier persona puede llegar a
experimentar
El
problema (o no) viene cuando a raíz de un bostezo se activa alguna zona de
nuestro cerebro vinculada al placer y acaba provocándonos un orgasmo
espontáneo. Es algo difícil y poco frecuente q ocurra (a mino me ha pasado en
la vida), aunque se han dado casos aislados (no suelen ser repetitivos en un
mismo individuo)
Curiosamente
algunas personas lo llegaron a experimentar, hace unos años, mientras estaban
medicándose contra la depresión…
A
mediados del siglo XX varios fueron los fármacos antidepresivos q salieron al
mercado, siendo uno de los más populares la “clomipramina”, la cual se
detectó q, en la década de 1980, un 5% de los pacientes en tratamiento y a los
q se les había recetado dicho medicamento, admitieron haber experimentado un
orgasmo espontaneo en el momento exacto de haber bostezado
Pero
también cabe destacar q ese mismo fármaco causaba a un número mayor de
pacientes varones (alrededor del 20 %) unos efectos secundarios nada
deseables: disfunción eréctil. Todo parece indicar q, ante tales
resultados, los responsables de los laboratorios “Geigy”, q producían la
clomipramina, decidieron cambiar parte de la composición. Lo q no se conoce es
si a partir de aquel momento algún paciente volvió a tener un orgasmo mientras
bostezaba…