Si has estado alguna vez en una tienda
Ikea, reconocerás fácilmente uno de sus míticos iconos: la bolsa azul de
polipropileno q puedes adquirir para depositar en ella pequeños objetos.
Se llama “Frakta”, puede encontrarse en cualquier centro de la cadena
sueca y su precio es de 50 céntimos. Un artículo barato con una función
perfectamente definida, q, sin embargo, parece haber encontrado su
correspondencia, x no decir imitación, en versión de auténtico lujo. Un
bolso de la firma francesa Balenciaga q cuesta nada menos q 1.700
euros
Un famoso blog nos pone sobre la
pista de este curioso producto, con un evidente parecido con la bolsa “Frakta”
q lo ha convertido en tema viral en las redes sociales, como “Twitter”.
Al margen del precio, la principal diferencia entre ambos está en el material,
al estar fabricado en piel el bolso de Balenciaga. Muchos opinan q se trata de
una prueba irrefutable de q ciertos artículos de diseño no son más q piezas de
lo más simple, q se aprovechan del impulso q les proporciona la fama de sus
autores
“Nos halaga profundamente q este bolso
de Balenciaga sea similar a nuestra icónica bolsa azul sostenible. ¡Nada
puede superar la versatilidad de una gran bolsa azul!!”, ha bromeado un
portavoz de IKEA. Pero aunque en “Facebook” y “Twitter” las
carcajadas y las bromas no han tardado en aparecer, una sencilla investigación
invita a sospechar q todo podría formar parte de una campaña publicitaria
perfectamente planeada, prácticamente un “troleo”
El hombre q podría estar detrás de la
idea es Demna Gvasalia, un diseñador de origen georgiano q en octubre de
2015 fue nombrado director creativo de Balenciaga. No eran muchos los
q le conocían en ese momento, pero quienes habían escuchado su nombre lo
vinculaban principalmente a la controversia. Estando al frente de “Vetêments”,
su propia marca de ropa, saltó a la fama al atreverse a jugar en sus
prendas con los logotipos de otras compañías, como el de DHL (paquetería) o
Champion (ropa deportiva)
Sin duda alguna, los responsables de Balenciaga conocían
su historial al ofrecerle el cargo q actualmente ocupa. Sabían perfectamente q
esperar de su nuevo director creativo. El pasado verano generó una polémica
comparable a la actual, al lanzar a un precio de 2.300 euros un bolso
más q similar a las bolsas q en Tailandia llaman “sampheng bag”. Lucen los
colores del arcoiris y son habitualmente utilizadas para llevar la ropa a la
lavandería. Más q ideas originales, Gvasalia parece trabajar buscando fuentes
de inspiración de lo más peculiares