martes, 7 de noviembre de 2017

LaS BaCTeRiaS TaMBiéN SieNTeN…


A pesar de su mala prensa, la mayoría de las bacterias no causan enfermedades. Casi todas son solo seres microscópicos q pasan desapercibidos pero q ocupan un papel totalmente central en la naturaleza: son fundamentales para el funcionamiento del suelo (un entorno vivo donde los nutrientes y la energía circulan), de los océanos y de los propios seres vivos. Además, los ancestros de las bacterias de hoy permitieron q nacieran las células complejas de animales y plantas. Si hoy hay oxígeno en la atmósfera es gracias al “trabajo” de estos microbios, q lo produjeron hace miles de millones de años

Aparte de esto, y, aunque las bacterias son realmente pequeñas y sencillas, resulta q tienen algo parecido a un “olfato”, q les permite captar señales químicas en sus alrededores. Un estudio presentado en la revista “Science” x investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza) e Indiana (Estados Unidos) ha demostrado q, además, al menos algunas bacterias tienen un sentido del tacto: son capaces de reconocer superficies y responder a estímulos mecánicos en apenas unos segundos. Este mecanismo es usado x los patógenos q colonizan y atacan a sus víctimas, así q comprenderlo puede resultar muy útil para tratar enfermedades

Sabemos muy poco sobre cómo las bacterias leen los estímulos mecánicos y sobre cómo cambian su comportamiento en respuesta a esas señales. Usando la bacteria no patogénica Caulobacter como modelo, el grupo fue capaz de demostrar q las bacterias tienen un "sentido del tacto". Este mecanismo las ayuda a reconocer superficies y a inducir la producción de un adhesivo en las células (lo q les permite pegarse a los tejidos de su víctima para poder atacarlos)

Las bacterias viven en un increíble mundo microscópico, donde un grano de arena es como un pequeño mundo y donde cualquier resquicio puede ser un oasis para vivir y reproducirse. Entre todos los mundos habitados x ellas, el cuerpo humano es realmente un Universo paradisiaco pero también lleno de peligros. Aquellos microbios “q se ganan la vida” atacando al humano tienen apenas unos segundos para “posarse” sobre la superficie del tubo digestivo o de un pulmón antes de iniciar su ataque

Los investigadores de la Universidad de Basilea y de la Universidad de Indiana han analizado q pasa en los segundos críticos en los q una bacteria, llamada Caulobacter, deja de nadar y se posa sobre la superficie de un tejido q pueda ser atacado

Todo gira, nunca mejor dicho, en torno al flagelo, una especie de hélice q gira en el cuerpo de estos microbios y q les permite nadar (normalmente hacia un lugar q les resulta interesante), y en torno a los pili, unas estructuras con forma de pelo q también les permiten moverse. Tal como han observado, cuando estos filamentos tocan alguna superficie, un flujo de iones de hidrógeno q los mantiene en funcionamiento se interrumpe. Esto activa una cascada de reacciones en la bacteria en tan solo unos segundos. En respuesta, comienza a producir unas moléculas de adherencia a superficies q le permite a las bacterias anclarse a las células q necesita atacar para sobrevivir

Aunque Caulobacter es una bacteria inofensiva, nuestros resultados son muy importantes para comprender las enfermedades infecciosas. Si queremos controlar y tratar mejor las infecciones, es obligatorio comprender mejor los procesos q ocurren durante los primeros segundos posteriores al contacto entre bacteria y superficie

Después de q se establezca este contacto, Caulobacter comienza a trabajar en formar una biopelícula, una estructura multicelular en forma de lámina en la q las bacterias viven en comunidad y q está detrás de cerca del 65% de las infecciones humanas. Estas biopelículas se forman, x ejemplo, durante las infecciones de legionelosis o cólera, entre otras muchas, y pueden afectar a catéteres en hospitales o a tuberías de suministro de agua. X otro lado, estas biopelículas son también la clave q permite el crecimiento de los microbios q viven en el intestino o los suelos, x ejemplo

En esta ocasión, los investigadores han sido capaces de burlar a las bacterias y hacerlas creer q estaban ante una superficie q les interesaba infectar. Pudieron engañar y ver con claridad la respuesta de las bacterias gracias a una técnica de fluorescencia q hacía brillar sus apéndices

A continuación, los investigadores analizarán los mecanismos q relacionan el movimiento de la bacteria con su capacidad de adherirse a superficies. Cuanto más se comprendan estos mecanismos mejor podrán manipularse los procesos para evitar daños a la gente y a las propiedades