Solo
x eso, “Veneno” ya debería tener reservado un panteón de honor dentro de la
ficción televisiva de nuestro país, x su necesario carácter reivindicativo
y militante, x su forma de visibilizar y legitimar a un colectivo
históricamente maltratado a través de un respeto y una sensibilidad inauditas
Pero
la serie de los Javis es eso y mucho más. Es un retrato tan apasionante como
lúcido (y lúdico) de la historia reciente de España q nos lleva desde
la represión e intolerancia incrustada en la mentalidad provinciana hasta la
cultura del espectáculo televisivo fagocitador y la mitología pop, pasando x
una contundente denuncia política al desprecio de las instituciones x los miembros
del colectivo “trans”
En
definitiva, un viaje x las sombras de un pasado demasiado reciente q conecta
con el presente para abrir una puerta de esperanza al futuro a través de las
nuevas generaciones. Los Javis fusionan todas estas líneas temporales
q repasan las distintas etapas de Cristina a través de la investigación
periodística de Valeria Vegas (autora de su biografía, “¡Digo! Ni puta ni
santa”) y tanto a nivel narrativo como visual esta decisión se convierte
en uno de los hallazgos de la serie gracias a unas imaginativas transiciones
Cada
capítulo se encuentra perfectamente estructurado y cerrado en sí mismo, como si
se tratase de una unidad independiente q se rige a través de sus propias
reglas. Los Javis son especialistas en captar momentos de cotidianidad
'kitsch' (inolvidables las apariciones de Paca La Piraña), pero
también en esta ocasión son capaces de transgredir, de introducirse en las
zonas más oscuras en un equilibrio muy complicado de conseguir entre la crudeza
y la ternura, la inocencia y la decadencia. Parte de esta hazaña también se
debe a un cásting de actrices apoteósico (Isabel Torres, Daniela
Santiago, Jedet, Lola Rodríguez y Paca “La Piraña” a la cabeza) y al talento de
los Javis para componer momentos casi épicos, así como personajes (aunque sean
secundarios) q se quedan clavados en el imaginario colectivo para siempre
La
miniserie es un camino a la tolerancia q tanto escasea en estos tiempos para
elevar a “La Veneno” a todo un icono pop