La matamoscas o falsa oronja (Amanita
muscaria) es una seta q provoca unos efectos similares a la intoxicación
etílica, aunque también puede causar alucinaciones, habla incoherente, náuseas,
vómitos, sueño profundo e incluso coma. Los chamanes de Laponia se las daban
como alimento a sus renos en los días posteriores al solsticio de invierno, una
tradición q se cree puede estar detrás de la figura de Santa Claus. Los
cérvidos parecían estar “poseídos”, comenzaban a correr y saltar, en ocasiones
tan alto q parecía q volaban. Los chamanes recogían la orina de los renos
narcotizados y la consumían, de modo q también ellos pudieran entrar en trance
Pero no son los humanos ni los renos
el objetivo de las setas “mágicas”. Investigadores de la Universidad Estatal de
Ohio (EE.UU.) creen q los hongos probablemente desarrollaron estas extrañas
propiedades para ponérselo difícil a los insectos q tienen la intención de
comérselos. El trabajo, publicado en la revista “Evolution Letters”, ayuda a
explicar un misterio biológico y podría arrojar luz sobre la investigación de
nuevos tratamientos para enfermedades neurológicas, según los autores del
estudio
Los hongos q contienen la psilocibina
q altera el cerebro varían ampliamente en términos de su linaje biológico y, en
la superficie, no parecen tener mucho en común. Desde una perspectiva de
biología evolutiva, eso es intrigante y apunta a un fenómeno x el cual el
material genético salta de una especie a otra, un proceso llamado transferencia
horizontal de genes. Cuando sucede en la naturaleza, generalmente es en
respuesta a los factores estresantes u oportunidades del medio ambiente
Los investigadores examinaron tres
especies de hongos psicodélicos y hongos relacionados q no causan
alucinaciones, y encontraron un grupo de cinco genes q parecen explicar lo q
los hongos psicodélicos tienen en común. Pero además, el equipo dio con una
pista evolutiva de xq los hongos ganaron la capacidad de enviar a los usuarios
humanos a un estado de conciencia alterada. Los genes responsables de la
producción de psilocibina parecen haber sido intercambiados en un ambiente con
muchos insectos q se alimentan de hongos, a saber, estiércol animal
La psilocibina permite q los hongos
interfieran con un neurotransmisor en los humanos y también en los insectos, q
probablemente sean su mayor enemigo. En las moscas, se sabe q la supresión de
este neurotransmisor disminuye el apetito
“Especulamos q los hongos evolucionaron
para ser alucinógenos xq disminuyeron las posibilidades de q los hongos se los
comieran los insectos”, dice Jason Slot, responsable del estudio. “La
psilocibina probablemente no solo envenena a los depredadores o sabe mal. Estos
hongos están alterando la “mente” de los insectos, si tienen mentes, para
satisfacer sus propias necesidades”, resume
Y la razón x la q las especies no
relacionadas tienen la misma protección genética probablemente se debe al hecho
de q comúnmente crecen en los mismos medios ricos en insectos: heces de
animales y madera podrida
Los autores creen q este trabajo
podría guiar a la ciencia médica en la búsqueda de otras moléculas q podrían
usarse para tratar trastornos del cerebro. La psilocibina se ha estudiado para
el tratamiento de una variedad de trastornos mentales, incluida la depresión resistente
al tratamiento, la adicción y la ansiedad al final de la vida