Ha
sido como una cura, xq ya hacía mucho tiempo q debería haber venido a esta zona
de Castilla y León, la única provincia q me quedaba x visitar y de la q puedo
decir, desde mi humilde opinión, una de las más bonitas de España, ahí lo dejo
Una
de las primeras paradas q hicimos fue en la provincia de Zamora, en Fuentesaúco,
donde pudimos comer en un pequeño restaurante a un precio súper económico… Cuando
nos dieron la cuenta le dije q se había equivocado, q eran dos menús, y me dijo
no, está bien… Quedé flipando x lo bien y barato q salimos de allí
La
llegada a Salamanca fue como cuando uno llega a una ciudad nueva, intentando
buscar similitudes a las de la ciudad en la q uno vive. Y todo en Salamanca me
pareció más grande. Avenidas, multitud de gente, dificultad para encontrar
aparcamiento… No sé, me pareció sin lugar a duda, más ciudad q León
Enseguida
nos pusimos a descubrir la ciudad, quedé maravillado con su preciosa plaza
mayor (la más bonita q he visto), x su grandeza y majestuosidad. Allí mismo, en
una oficina de turismo, nos hicieron un pequeño plan para poder visitarla, y a
ello fuimos
Comenzamos
la visita paseando calle abajo hasta el palacio de Monterrey, perteneciente a
la casa de los Alba, pero q no entramos. Hoy preferíamos poder visitarla a pie
y disfrutar del bullicio q había en las plazas y calles, pre ambiente navideño
y despedidas universitarias. Llegamos a la plaza de las Agustinas y ahí cerca,
en la librería “Mundus Libri”, me hubiera pasado horas y horas comprando libros
de química… Compré algunos, y tuve q parar xq si no…
Seguimos
x la calle hacia abajo y llegamos a la Universidad Pontificia de Salamanca y a
la casa de las conchas, desde pequeño siempre me llamó la atención este
palacio, no se xq, así poder descubrirlo… Me encantó, y poder ver su claustro
también
Seguimos
calle abajo, hasta la plaza de Anaya y descubrimos la catedral vieja, preciosa
con su iluminación, y con la piedra de Villamayor. Como es tradición, hay q buscar
el astronauta en el pórtico junto con otras figuras. Al lado se encuentra
además la Universidad de Salamanca, y como también manda la tradición, hay q buscar
la rana… Necesité ayuda para encontrarla, xq aquello parecía un mojón encima de
la calavera… Una pena q estuviera cerrado el cielo de Salamanca en las Escuelas
Menores x obras, pero con esta excusa ya puedo volver a visitar la ciudad de
nuevo
Siguiendo
x la calle Tentenecio, llegamos hasta el paseo de San Gregorio, donde se veía
el puente romano bajo el q discurre el río Tormes. La casa Lis, iluminada y
referente en arquitectura art-decó, me enamoró. La visita al museo merece la
pena, aunque no entendiera mucho sobre muchas de las reliquias q allí hay
expuestas
Una
de las zonas más bonitas de la ciudad es el jardín de Calixto y Melibea, en lo
alto de la muralla. Q sitio tan encantador y romántico, me pareció sublime.
Otra de las zonas q me pareció fascinante fue la del convento de San Esteban, tan
iluminado, un edificio enorme… No sé, a cada paso q daba y descubría algo, me
quedaba perplejo
Me
encantó pasear x sus calles, con sus gentes, visitando lugares q me habían
recomendado los lugareños (como el bar La Viga) para comer jeta, o el Hernández
y Fernández donde pudimos tomar algo tranquilamente. Sus mercados navideños, sus
productos… Me pareció una gozada, muy recomendable la visita y espero poder
volver a repetir muy pronto