lunes, 19 de diciembre de 2016

Q ViVa La aSPaRaGiNa…


Los espárragos se consideran un manjar, pero tienen una consecuencia inconfundible algo desagradable. Después de comerlos, la orina emana un olor fuerte y característico q no se parece a nada más. Sin embargo, no todo el mundo es capaz de detectar los metabolitos de este alimento en las aguas menores

Un equipo dirigido x investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard cree q los factores genéticos son importantes a la hora de percibir este aroma tras un atracón. En concreto, han descubierto cientos de variantes en los genes implicados en el sentido del olfato q pueden estar implicadas

El estudio ha sido publicado en la edición de Navidad de la revista “BMJ”, q tradicionalmente incluye investigaciones divertidas y creativas, pero con una sólida base científica. En el mismo participaron 6.909 hombres y mujeres de origen europeo-americano a quienes preguntaron sobre su experiencia en el inodoro después de comer espárragos. El 40% de los participantes reconoció q podía oler un aroma particular, pero el 60% dijo ser incapaz. Los miembros de ese grupo parecían sufrir una especie de anosmia (la pérdida del sentido del olfato) en lo q respecta al espárrago

Los investigadores descubrieron 871 variaciones genéticas particulares en el cromosoma 1 asociadas con esa incapacidad para oler los espárragos en la orina. Estas variantes genéticas aparecieron en varios genes diferentes responsables del sentido del olfato

También encontraron q una mayor proporción de mujeres fueron incapaces de detectar el olor, en comparación con los hombres, a pesar de q ellas acostumbran a identificar de forma más precisa y consistente los olores

Curiosamente, los investigadores sugieren q este resultado inesperado puede ser debido a q algunas mujeres sean más pudorosas a la hora de hablar de lo q ocurre en el servicio, o xq podrían ser menos propensas a notar un olor inusual debido a su posición durante la micción

La muestra se centra en personas de ascendencia europea, x lo q no se sabe si las mismas variantes genéticas predicen la anosmia de los espárragos en otros grupos étnicos. El equipo cree q se necesita más investigación para entender xq estos alimentos produce un olor particular, y q presiones selectivas darían lugar a una predisposición genética tan importante como ser capaz de oler o no los metabolitos


Pero el olor de los espárragos es una consecuencia menor. Estos vegetales proporcionan una rica fuente de hierro, fibra, zinc, ácido fólico y vitaminas A, E y C, y se cree q su consumo reduce el riesgo de cáncer, el deterioro cognitivo y las enfermedades cardiovasculares relacionadas. Así q bien merecen ser bienvenidos al plato con independencia de lo q pase después