miércoles, 20 de marzo de 2019

FRaY PeRiCo Y Su BoRRiCo…



El tiempo no pasa x Fray Perico y su borrico. 40 años después de q el libro de Juan Muñoz Martín se alzase con el premio “Barco de Vapor” en su segunda edición, la historia de este fraile sigue estando de máxima actualidad. Tanto, q la obra ha sabido adaptarse a los tiempos y en el aniversario de su lanzamiento se ha colado en redes sociales convirtiéndose en “Trending Topic” en “Twitter”

Muchos recuerdan a este fraile con el q crecieron varias generaciones de españolas convirtiendo el libro en el más vendido de la editorial. Recuerdan sus andanzas, recuerdan la llamativa portada del libro (q no ha cambiado con el paso del tiempo) y... ¿recuerdan su arranque? ¿Sus primeras palabras?

En un ejercicio de nostalgia, he vuelto a la estantería de nuestra infancia y he abierto el libro x la primera página para recordar cómo nos enganchó la historia. Así empieza Fray Perico y su borrico:

Pues señor: esto eran veinte frailes q vivían en un convento muy antiguo, cerquita de Salamanca. Todos llevaban la cabeza pelada, todos llevaban la barba muy blanca, todos vestían un hábito remendado, todos iban en fila, unos detrás de otros, x los inmensos claustros

Si uno se paraba, todos se paraban: si uno tropezaba, todos tropezaban: si uno cantaba, todos cantaban. Daba gusto oírlos trabajar. Uno serraba la madera, otro pelaba las patatas, otro cortaba con las tijeras, otro golpeaba con el martillo, otro escribía con la pluma, otro limpiaba la chimenea, otro pintaba cuadros, otro abría la puerta, otro la cerraba

Kikiriki, cantaba el gallo: todos los frailes se levantaban, se estiraban un poquito y bajaban a rezar. Tan, tan, tocaba la campana fray Balandrán; los frailes corrían a comer o a contar o a trabajar. Todos rezaban juntos, estudiaban juntos, abrían y cerraban la boca juntos