Nuevamente
quien me despertó esta mañana, no fueron los pajarillos del exterior con sus
cánticos, fueron Jess y Alba q picaron en la puerta y entraron… Ya llevaban de
pie unos cuantos minutos y ya estaba despierto, pero retozaba en la cama antes
de poner un pie en el suelo. Como me despertaron, cogí a Alba y fuimos a
despertar a Lauris, q dormía como una autentica princesa de cuento en la alcoba
con la cama de matrimonio. También estaba despierta, xq una cosa q no tenía la
casa, eran persianas… A mí eso me da igual, no me afecta, pero se q a Lauris
eso le molesta bastante, xq le gusta dormir como el conde Drácula
Última
mañana desayunando en el salón de la casa “La Abuela”, donde únicamente
teníamos en la mesa las sobras de lo q no habíamos comido… Y Sergio preocupado
x si no nos llegaba el desayuno… Nos sobraron unas cuantas galletas…
Hacía
un día de sol maravilloso, x lo q partimos hacía la playa, esa era la idea
desde un primer momento. Lo más cercano q nos quedaba era la zona de San
Vicente de la Barquera, así q para allá q nos fuimos… Volvimos a pasar x el
pequeño puerto del embalse de Cohillo y pudimos contemplar las maravillosas
vistas del precioso paisaje q no habíamos podido vislumbrar el día anterior x
haber estado nublado. Mereció 100% la pena repetir de nuevo
Una
vez q llegamos a San Vicente, como Jess, Óscar y Alba se iban a ir después de
comer y querían playa, se fueron hasta la playa del Merón. Además, como viene
siendo habitual todos los años, cogimos unos décimos de lotería para jugar
entre los ex becs (XXXX0 y XXXX6), x o q ellos fueron los encargados. Nosotros
nos fuimos a visitar la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, donde pagamos
1,50 euros x entrar y al salir de ahí, nos acercamos hasta el castillo de San
Vicente, donde había una exposición super interesante de Leonardo Torres
Quevedo, ingeniero de caminos, matemático e inventor español creador de los
transbordadores, los dirigibles, el telekino (radiocontrol), la máquina analógica
de cálculo y el primer ordenador. Para q luego digan q nuestros viajes son solo
de ocio… ¡JÁ! También son educativos
Al
salir de la visita cultural del castillo, nos juntamos con Óscar, Jess y la
niña, para poder comer en un chiringuito playero al lado de la playa y q de
esta forma, pudieran marchar lo antes posible, ya q les quedaban unas cuantas
horas de viaje de regreso a Soria. El lugar para aparcar, si no se quería
pagar, era bastante complicado, así q Copito quedó aparcado en una cuneta con
muchas hierbas x los laterales y donde Lauris tuvo q hacer verdaderos equilibrios
para poder salir del coche x la puerta del conductor… Ole esos movimientos a lo
“Circo del sol”, jajaja
Una
vez fuera fuimos a toda prisa hasta el restaurante xq nos tenían reservada una
mesa en el restaurante Merón. Platos del día sin mucha elaboración, pero con
una calidad más q aceptable para lo q valían. Allí nos pedimos varios platos
primeros, como una ensalada de cecina y queso de cabra (q elegí yo tras haber
probado el de Lauris del día anterior), una ensalada de cangrejo x parte de
Lauris, espaguetis a la carbonara para Alba y Jess, y no recuerdo q más platos…
Lo q si se, es q Alba se sentó con la trona a mi lado y nos hicimos una foto
muy chuli, en el q se ve lo feliz q estaba y lo bien q se lo estaba pasando,
pese a haberse mareado en el trayecto de ida a la playa
Nosotros,
una vez q Óscar, Jess y Alba se fueron, cambiamos el coche de la cuneta al aparcamiento
de pago (x la económica cifra de 3,50 euros) y nos bajamos hasta la playa. Íbamos
sin cambiarnos ni nada, pero allí, en una orilla, nos despelotamos y nos
pusimos los atuendos estivaleros. Nos pusimos una cuanta crema (Sergio el q
más, q iba blanco en algunos tramos de su cuerpo con la crema del 50 q llevaba)
x nuestros sexys y turgentes cuerpos y comenzamos la operación “búsqueda de
sitio” en los 3 kilómetros de playa… No fue fácil, pues la marea estaba
comenzando a subir y las zonas de arena blanca seca estaban muy llenos de gente…
Decidimos tumbarnos en la zona de arena dura y húmeda. Allí, nos tumbamos
durante un rato y tengo q decir q yo me quedé traspuesto x unos minutos. No soy
yo de dormir en la playa y menos sin sombrilla, pero después de haber comido… Caí,
pero gracias al todoterreno de los socorristas, q pasaron a escasos metros de
nosotros, logré despertarme, y lo primero q vi fue el tobillo de Lauris y el topillo
de Sergio, q estaba al sol
Ahora
contaré las dos versiones de lo q sucedió a continuación, una según Sergio (q
se siente vilipendiado) y otra x nosotros
VERSIÓN
SERGIO: Le abandonamos en medio de la solana, cuando a él no le gusta tomar el
sol, diciendo q nos íbamos un minuto al baño y dar luego el paseo q queríamos los
tres, desapareciendo más de 20 minutos
VERSIÓN
LAURIS Y YO: No abandonamos a nadie, le dijimos q se quedase cuidando de las
toallas q íbamos al agua y después íbamos a dar el paseo x la playa, fueron
como mucho 15 minutos, y tras estar en el agua, dijimos los dos, vamos a
decirle a Sergio q venga y se meta también, cuando desde el agua vemos q se
levanta, coge su mochila y toalla, y se pira a dar el paseo, dejando todas
nuestras pertenecías allí varadas como una ballena jorobada
Ahora
podéis votar x la q os parezca la mejor versión… Yo repito q si estoy en la
toalla esperando x mis amigos, no cojo mis cosas y me voy yo solo, dejando allí
las cosas de los demás… Pero bueno, es mi opinión y punto de vista. Yo no lo
haría, pero no tod@s son como yo
Después
de ver lo q hizo, obviamente fuimos hasta las toallas y recogimos todo para
poder ir detrás de él para no perderle de vista (encima se la juega cuando sabe
q ha venido en un coche q no es el suyo de acompañante, teníamos q habernos ido
y haberle dejado en la playa vagando como alma en pena, jajaja) y realizar el
paseo del q habíamos hablado… No era difícil perderle de vista xq era de los
mas blanquitos de la playa, con sombrero de explorador y mascarilla, jejeje
Al
reunirnos y abroncarle, seguimos paseando y hablando. Caminamos x toda la playa
llegando prácticamente hasta el final de esta, donde pudimos hacernos unas
fotos al más estilo posado de Ana García Obregón. También estuvimos a punto de
perder la vida dos veces x una cometa q volaba sin control… Q susto, menos mal
q nos alejamos de allí para poder visitar el pueblo de Comillas… Pero eso será
en la próxima entrada del blog