lunes, 24 de agosto de 2020

VaLLe De PoLaCioNeS IV…


 

Nuevamente quien me despertó esta mañana, no fueron los pajarillos del exterior con sus cánticos, fueron Jess y Alba q picaron en la puerta y entraron… Ya llevaban de pie unos cuantos minutos y ya estaba despierto, pero retozaba en la cama antes de poner un pie en el suelo. Como me despertaron, cogí a Alba y fuimos a despertar a Lauris, q dormía como una autentica princesa de cuento en la alcoba con la cama de matrimonio. También estaba despierta, xq una cosa q no tenía la casa, eran persianas… A mí eso me da igual, no me afecta, pero se q a Lauris eso le molesta bastante, xq le gusta dormir como el conde Drácula

Última mañana desayunando en el salón de la casa “La Abuela”, donde únicamente teníamos en la mesa las sobras de lo q no habíamos comido… Y Sergio preocupado x si no nos llegaba el desayuno… Nos sobraron unas cuantas galletas…

Hacía un día de sol maravilloso, x lo q partimos hacía la playa, esa era la idea desde un primer momento. Lo más cercano q nos quedaba era la zona de San Vicente de la Barquera, así q para allá q nos fuimos… Volvimos a pasar x el pequeño puerto del embalse de Cohillo y pudimos contemplar las maravillosas vistas del precioso paisaje q no habíamos podido vislumbrar el día anterior x haber estado nublado. Mereció 100% la pena repetir de nuevo

Una vez q llegamos a San Vicente, como Jess, Óscar y Alba se iban a ir después de comer y querían playa, se fueron hasta la playa del Merón. Además, como viene siendo habitual todos los años, cogimos unos décimos de lotería para jugar entre los ex becs (XXXX0 y XXXX6), x o q ellos fueron los encargados. Nosotros nos fuimos a visitar la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, donde pagamos 1,50 euros x entrar y al salir de ahí, nos acercamos hasta el castillo de San Vicente, donde había una exposición super interesante de Leonardo Torres Quevedo, ingeniero de caminos, matemático e inventor español creador de los transbordadores, los dirigibles, el telekino (radiocontrol), la máquina analógica de cálculo y el primer ordenador. Para q luego digan q nuestros viajes son solo de ocio… ¡JÁ! También son educativos

Al salir de la visita cultural del castillo, nos juntamos con Óscar, Jess y la niña, para poder comer en un chiringuito playero al lado de la playa y q de esta forma, pudieran marchar lo antes posible, ya q les quedaban unas cuantas horas de viaje de regreso a Soria. El lugar para aparcar, si no se quería pagar, era bastante complicado, así q Copito quedó aparcado en una cuneta con muchas hierbas x los laterales y donde Lauris tuvo q hacer verdaderos equilibrios para poder salir del coche x la puerta del conductor… Ole esos movimientos a lo “Circo del sol”, jajaja

Una vez fuera fuimos a toda prisa hasta el restaurante xq nos tenían reservada una mesa en el restaurante Merón. Platos del día sin mucha elaboración, pero con una calidad más q aceptable para lo q valían. Allí nos pedimos varios platos primeros, como una ensalada de cecina y queso de cabra (q elegí yo tras haber probado el de Lauris del día anterior), una ensalada de cangrejo x parte de Lauris, espaguetis a la carbonara para Alba y Jess, y no recuerdo q más platos… Lo q si se, es q Alba se sentó con la trona a mi lado y nos hicimos una foto muy chuli, en el q se ve lo feliz q estaba y lo bien q se lo estaba pasando, pese a haberse mareado en el trayecto de ida a la playa

Nosotros, una vez q Óscar, Jess y Alba se fueron, cambiamos el coche de la cuneta al aparcamiento de pago (x la económica cifra de 3,50 euros) y nos bajamos hasta la playa. Íbamos sin cambiarnos ni nada, pero allí, en una orilla, nos despelotamos y nos pusimos los atuendos estivaleros. Nos pusimos una cuanta crema (Sergio el q más, q iba blanco en algunos tramos de su cuerpo con la crema del 50 q llevaba) x nuestros sexys y turgentes cuerpos y comenzamos la operación “búsqueda de sitio” en los 3 kilómetros de playa… No fue fácil, pues la marea estaba comenzando a subir y las zonas de arena blanca seca estaban muy llenos de gente… Decidimos tumbarnos en la zona de arena dura y húmeda. Allí, nos tumbamos durante un rato y tengo q decir q yo me quedé traspuesto x unos minutos. No soy yo de dormir en la playa y menos sin sombrilla, pero después de haber comido… Caí, pero gracias al todoterreno de los socorristas, q pasaron a escasos metros de nosotros, logré despertarme, y lo primero q vi fue el tobillo de Lauris y el topillo de Sergio, q estaba al sol

Ahora contaré las dos versiones de lo q sucedió a continuación, una según Sergio (q se siente vilipendiado) y otra x nosotros

VERSIÓN SERGIO: Le abandonamos en medio de la solana, cuando a él no le gusta tomar el sol, diciendo q nos íbamos un minuto al baño y dar luego el paseo q queríamos los tres, desapareciendo más de 20 minutos

VERSIÓN LAURIS Y YO: No abandonamos a nadie, le dijimos q se quedase cuidando de las toallas q íbamos al agua y después íbamos a dar el paseo x la playa, fueron como mucho 15 minutos, y tras estar en el agua, dijimos los dos, vamos a decirle a Sergio q venga y se meta también, cuando desde el agua vemos q se levanta, coge su mochila y toalla, y se pira a dar el paseo, dejando todas nuestras pertenecías allí varadas como una ballena jorobada

Ahora podéis votar x la q os parezca la mejor versión… Yo repito q si estoy en la toalla esperando x mis amigos, no cojo mis cosas y me voy yo solo, dejando allí las cosas de los demás… Pero bueno, es mi opinión y punto de vista. Yo no lo haría, pero no tod@s son como yo

Después de ver lo q hizo, obviamente fuimos hasta las toallas y recogimos todo para poder ir detrás de él para no perderle de vista (encima se la juega cuando sabe q ha venido en un coche q no es el suyo de acompañante, teníamos q habernos ido y haberle dejado en la playa vagando como alma en pena, jajaja) y realizar el paseo del q habíamos hablado… No era difícil perderle de vista xq era de los mas blanquitos de la playa, con sombrero de explorador y mascarilla, jejeje

Al reunirnos y abroncarle, seguimos paseando y hablando. Caminamos x toda la playa llegando prácticamente hasta el final de esta, donde pudimos hacernos unas fotos al más estilo posado de Ana García Obregón. También estuvimos a punto de perder la vida dos veces x una cometa q volaba sin control… Q susto, menos mal q nos alejamos de allí para poder visitar el pueblo de Comillas… Pero eso será en la próxima entrada del blog