domingo, 6 de mayo de 2018

eL SeCReTo De La oRiNa De LaS MoNJaS VaTiCaNaS…



Ernesto Bertarelli (1965) conquistó la Copa América de Vela en los años 2003 y 2007, enarbolando en su yate la bandera de un país q no tiene puerto de mar, Suiza. Según la revista “Forbes”, este empresario se encuentra actualmente en el puesto número 174º en la lista de los hombres más ricos del mundo. Su fortuna, q va viento en popa, se debe, en parte, a los terrenales efluvios de las monjas italianas

Hace ya varias décadas q un grupo de científicos constataron q la orina de las mujeres menopáusicas contiene elevadas cantidades de una sustancia llamada gonadotropina. Esta hormona natural se utiliza para producir un fármaco q se emplea con gran éxito en el tratamiento de la esterilidad de la especie humana

Ahora bien, ¿dónde se podían conseguir litros y litros del codiciado líquido? La respuesta no fue difícil de encontrar: en los conventos. ¡Dicho y hecho! La empresa farmacéutica “Serono”, con el consentimiento del Vaticano, se dedicó durante años a recoger las muestras de orina de los conventos italianos

De forma regular un camión cisterna seguía una ruta preestablecida q unía varios conventos y recogía la orina henchida de gonadotropinas. A continuación, el efluvio se procesaba hasta obtener la sustancia q permitiría a una mujer estéril engordar la nómina de madre orgullosa

En 1954, utilizando el Instituto de Obras de Religión, el Vaticano consiguió la mayoría de las acciones de la empresa “Serono”. Un monopolio q sería arrebatado catorce años después, cuando la familia Bertarelli volvió a tomar nuevamente de las riendas de la empresa, adquiriendo el control de la farmacéutica

X sorprendente q pueda parecer, la orina, en este caso de las vacas, formó parte de otro lucrativo negocio durante más de cuatrocientos años. ¿La causa? Un pigmento conocido como “amarillo indio” q, durante mucho tiempo, utilizaron los artistas hindúes para pintar miniaturas

En el siglo XVII la Compañías de las Indias Orientales lo importaba desde la India y China, surtiendo el codiciado pigmento a los pintores holandeses primero y, a los artistas de toda Europa posteriormente. El amarillo indio (también conocido como piuri) se comercializaba en forma de pequeñas bolas terrosas, de poco más de un centenar de gramos de peso

Al parecer, el pigmento se obtenía a partir de la evaporación de la orina de las vacas de la región de Monghyr (India) q habían recibido una alimentación exclusiva a base de hojas de mango y agua

La orina de estos animales se recogía en recipientes, se enfriaba y a continuación se calentaba con la finalidad de espesarla. Después, se colaba con la ayuda de un paño, hasta conseguir un sedimento q se secaba sobre el fuego y, posteriormente, al sol

A comienzos del siglo XX el amarillo indio fue prohibido x la administración colonial británica, no x el olor nauseabundo q desprendía, sino xq una alimentación tan precaria, a base de mango y agua, minaba la salud de las vacas. Estos ungulados fallecían a las pocas semanas a consecuencia de malnutrición

Una de las obras maestras de Johannes Vermeer (1632-1675) es, sin duda, “La joven de la perla”, una muchacha q luce un bonito vestido de tonos amarillos, para los cuales el pintor holandés utilizó el amarillo indio, conseguido con… la orina de las vacas hindúes

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