Ayer fue un día de esos de no parar de
comer y beber (eso sí, mostos), pero mereció la pena estar doce horas x el
barrio húmedo, jajaja
Con la excusa de celebrar el
cumpleaños de Caritina y de paso el de Víctor, nos unimos los mendas lerendas q
se ven en la fotografía para pasar unas cuantas horas disfrutando de las pocas
cosas buenas q tiene la navidad, la de poder estar con la gente q uno quiere
Aunque Xini y yo nos unimos más tarde
debido a q la visita romana x la ciudad ya la habíamos hecho, les estuvimos
esperando en un bar de la plaza mayor, donde pudimos tomar una tapina de
tortilla guisada y ricas sopas de ajo a la tenue luz de sol q había durante el día
de ayer, jejeje
Cuando x fin salieron del centro de interpretación
romano, nos fuimos a tomar algo x el barrio Húmedo. Comenzamos x “La Noria”, famoso
x sus coquetonas picantes y su famoso tigre rebozado. Moncha como buena
administradora q es, escribió en una servilleta todas las raciones q íbamos pidiendo
para tomar, jajaja
De allí, nos fuimos a “La Alpargata”
donde la tapa estrella fueron los “cojonudos”, esos huevitos de codorniz sobre
una rebanada de pan salpicados x un poco de pimentón de la tierrina, y las
orejas q se comió Caritina, visceral donde las haya, jajaja. El hombre de la
tasca muy majo, x lo q fue el mejor lugar para poder inmortalizar la foto
Después de salir de aquí y abrigarnos,
nos fuimos hasta otro clásico de la ciudad, “El Rebote”, donde nos pusieron la
croqueta más famosa del barrio Húmedo. Como no se nos ocurrían mas lugares para
poder comer x esta zona, decidimos acudir al barrio romántico, y fuimos hasta
otro clásico de esta zona, x su gran ración de tapas, “La Tizona”, con sus
bocadillos de calamares y raciones de morcilla q tanto se le antojaron a Víctor,
jejeje
El frio hacia acto de presencia, y mas
de uno estaba con los pies helados, x lo q fuimos a buscar cobijo a un nuevo
lugar q no habíamos descubierto y q la idea nos pareció chula, “El modernista”,
la champañería en los bajos del edificio de Botines. Entre tés, “cacaolat”, cafés
capuchinos y licores de finas hierbas, descubrimos a un Davichin espírico,
jejeje. No le había visto así desde hacía mucho tiempo, me resultó muy gracioso
:D
Tras salir de aquí, una pequeña parte
del grupo se disolvió y el resto nos fuimos hasta el “Four Lions” a tomar unas
cervezas y unas ricas raciones de patatas gajo con sus dos salsas super buenas,
jejeje. Estuvimos un buen rato, perdimos la noción de la tarde, x lo q después de
esta ya nos recogimos cada uno a su mochuelo, no sin antes habernos felicitado
las fiestas